¡Disfruta!

“Es lo que tú escogiste”, frase que aunque no lo crean, no me he cansado aún de escuchar, pero me rectifico, ese “aún” no tiene cabida, pues estoy segura de tener la capacidad de soportar lo que demanda estudiar Medicina. Cuando comencé, todo era nuevo, llegaba de un colegio de mujeres, pero no tardé en adaptarme. Solo respiré hondo y no me desanimé. Apóyate en tus padres y la gente que más te quiere, es el mejor ansiolítico, van a demostrarte lo mucho que te quieren, los días de mal humor, los ratos de malas caras, de llanto, de enfado, de estrés. Incluso los que ya no estén contigo, como mi papi, que donde quiera que estén hoy se sienten orgullosos de tus logros. Me doy cuenta que ahora solo intentamos aprobar, pero no estudiamos para eso, sino para saber, para intentar salvar vidas. Hay que observar siempre a las personas para entenderlas, comprender su sufrimiento, pues trataremos enfermos no enfermedades y cada enfermo tiene una historia.

Aprendamos a controlar nuestras emociones y a mantener la calma, y a no temer al preguntar y fallar. Estamos estudiando y fallar es parte del aprendizaje. Recordemos que todas estas horas de estudio te van a ayudar a resistir, aunque sea bajo presiones. Pero que la vida no solo sea exámenes, de vez en cuando salgamos por ahí a despejarnos, a divertirnos, tratemos de enlazar el estudio con la vida social, recuerdemos que el médico trata con personas. Les contaré que uno de mis mayores anhelos en este largo camino es ver nacer, porque siento que puede ser unos de los mejores regalos que me puede dar la Medicina en estos años de estudio. Sentir el llanto de una nueva vida y la sonrisa inmensa de una madre al tenerla entre sus brazos, supongo debe ser una satisfacción inigualable. Disfrutemos de la universidad, de nuestros compañeros, recopilemos todo lo bueno que nos están dando nuestros profesores, pues sus enseñanzas no se encuentran plasmadas en ningún libro. Hagamos que todo siempre valga la pena. “Estoy orgullosa de ti” te dirán las personas que te quieren y te estiman, y allí sentirás que todo tu esfuerzo no ha sido en vano, cuando siembras esfuerzo, recoges una fértil cosecha. Sigue amando tu profesión, tu forma de vida, no pierdas las ganas de ahora, sigue haciendo que valga la pena, sigue luchando. Lo que has escogido, lo que amas, lo que disfrutas, todo eso, es tu sitio, tu porvenir, TU VIDA.